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viernes, 30 de mayo de 2014

Okupas:

 Unos okupas dejan en la calle a un anciano enfermo de 80 años al usurpar su vivienda junto a la central de la Policía de Valencia: 



 Rabia, impotencia y tristeza son las tres palabras que mejor resumen el estado de ánimo de Nicolás S. G., un anciano de 80 años al que le usurparon su casa el pasado 23 de julio en la calle José Barberá Falcó, junto a la central de la Policía Local de Valencia. Una patada a la puerta y el cambio de cerradura bastó para que el propietario de la vivienda se quedara pasmado con una llave en la mano que ya no abre nada. El grupo de individuos que ocupó el piso retiró el cartel que anunciaba el alquiler de la casa mientras el anciano buscaba un electricista para que revisara la instalación de la luz. «Lo que me ha pasado parece increíble. Me tiran de mi propia casa y no puedo desalojarlos aunque llame a la policía», afirma Nicolás S. Tras recriminar a los okupas por su acción y pedirles que abandonaran la vivienda, el anciano salió del edificio con lágrimas en los ojos pero con la esperanza de que la policía podría desalojarlos pocas horas después. El 091 envió una patrulla y los agentes se entrevistaron con el ciudadano, que se quedó perplejo cuando le explicaron que ya no podían entrar en la casa. «Empecé a pegar patadas a la puerta delante de los policías, pero me dijeron que así no iba a conseguir nada», recuerda Nicolás S. con el rostro cariacontecido. Desde entonces, el estado de salud del anciano ha empeorado, y su sobrino, el único familiar que tiene en Valencia, le ayuda en el papeleo para resolver el asunto. El anciano tiene previsto realizar una protesta en la calle con una pancarta que reivindica sus derechos.

OPINION SOBRE LOS OKUPAS:


Angel Salas 
No me parece bien que las personas que no tenga casa, ocupen algunas que no son suyas, solo porque ellos no tengan, ya que la que ocupan es de alguien que tambien le habrá costado mucho conseguirla, tampoco me parece bien que echen a alguien de su propia casa para apoderarse ellos como cuenta la noticia anterior 



LOS "SINTECHO":

Los datos oficiales de Madrid hablan de la existencia de 2.041 personas que viven en la calle. Una cifra inferior a la de otras capitales europeas y que, en parte, se explica por el 'maquillaje' aplicado por la Administración. Porque sus cifras distan bastante de las facilitadas por las distintas ONG, como Solidarios.org, que las elevan en torno a los 2.500. Un 10,8% de las 23.000 personas que, según el Instituto Nacional de Estadística, no tienen hogar en España.
El aumento de los datos se debe al impacto de la crisis en la clase media y los voluntarios del Samur de la capital han constatado que, entre los indigentes, hay cada vez más personas con estudios y con una vida anterior relativamente estable. De hecho el 23,6% de los sin techo madrileños tiene estudios superiores y el 41% declara que está en la calle tras perder el trabajo. Además, el 48% de ellos ya tienen nacionalidad española, frente al 42% que había en 2009.
Su distribución es muy diversa. Según la Delegación de Igualdad y Oportunidades del Ayuntamiento existen cerca de 100 núcleos en la ciudad.
El túnel que conecta la calle de la Princesa con Santa Cruz de Marcenado, en Argüelles (distrito Moncloa-Aravaca), es la imagen perfecta de la contradicción. A escasos metros de la entrada del hotel de cuatro estrellas Husa Princesa duermen, de manera más o menos regular, entre 30 y 40 gitanos de origen rumano. Un grupo que ha reocupado el sitio que años atrás dejó otra veintena de sintecho, en este caso búlgaros, que a su vez cogió el testigo de otros tantos. Los agentes del Samur Social de Madrid los identifica cada 15-20 días aunque la renovación de los inmigrantes imposibilita llevar un patrón de ayuda.
El patrón se repite en otra decena de túneles de la capital así como en los bajos de pasarelas que atraviesan la carretera de circunvalación M30.
En los poblados chabolistas de la Cañada Real y el Gallinero también se han instalado grupos de personas sin techo que ha decidido no engrosar las listas de usuarios que pernoctan en albergues sociales.
Los derribos efectuados por la Policía Nacional en diciembre 2013 en el Gallinero destrozaron las chabolas de 40 personas, 22 de ellas menores de edad.
No existe explicación oficial de la causa del maquillaje efectuado por la Administración aunque sorprende el hecho de que los 2.000 sin hogar reconocidos de manera oficial encaja con las poco más de 2.000 plazas existentes en los centros sociales municipales. 1.478 plazas en la red estable y algunas más de 530 correspondientes a servicios ligados al dispositivo invernal de Madrid denominado 'campaña del frío' que en este 2014 finaliza el 31 de marzo: 268 plazas en el Centro de San Isidro, 132 en el Centro Juan Luis Vives y 130 en el Centro Puerta Abierta.
En ese caso el Ayuntamiento de Madrid aplicaría el criterio de no contabilizar a los sintecho que no utiliza albergues ni servicios públicos.
Concentración en la zona centro
Nueve de los 21 distritos de la capital acumulan, ellos solos, el 89,3% de las intervenciones de emergencias sociales. Son los de Centro (31,5%), Moncloa (16,4%), Salamanca (8,4%), Arganzuela (7,7%) Chamberí (6,6%), Tetuán (5,7%) y Chamartín (5,1%), Latina (4,5%) y Retiro (3,4%). La presencia de zonas comerciales y espacios abiertos con numeroso público, estaciones de tren, y centros de asistencia (comedores, sobre todo y también albergues) ayuda a explicar esta extraordinaria concentración en una zona relativamente limitada.
Para todos ellos se habilita en Madrid cada año la Campaña de Frío a la que se destinan unos 1.021.835,99 €. Ello supone el 6,62% % del total del presupuesto del Programa anual de Atención a Personas Sin Hogar.


OPINION SOBRE LOS "SINTECHO"

Angel Salas

Estoy a favor de los sintecho porque a diferencia de los okupas no están  perjudicando a nadie y simplemente piden limosna en la calle para poder comer, ya que no tienen ni dinero ni trabajo, por lo que tienen que dormir en la calle en muy malas condiciones 




viernes, 16 de mayo de 2014

Deshaucios

CASO DE DESAHUCIO :



Desalojan a la mujer de 73 años desahuciada por dos de sus hijos 




Dolores Ruiz, de 73 años, ha sido desahuciada a primera hora de este viernes de su vivienda, ubicada en la calle Santiago de Motril (Granada), tras la denuncia de la sociedad de sus propios hijos por el impago del alquiler, y con la orden del Juzgado de Instrucción 3 de la localidad. El desalojo, que han intentado evitar varias decenas de vecinos concentrados, se ha producido sin incidentes ni detenidos, según han informado fuentes de la Policía Nacional. Según han informado sus familiares, la mujer, que no ha opuesto resistencia, ha abandonado la que ha sido su casa, que era la herencia de la familia, pasadas las 8.00 horas, como estaba previsto, de manera que el desahucio, que ya fue frenado el pasado 8 de abril, no ha podido ser paralizado en este caso. No han servido las más de 8.200 firmas que este miércoles fueron presentadas ante el Juzgado No han servido las más de 8.200 firmas que este miércoles fueron presentadas ante el Juzgado, con las que vecinos, amigos y familiares reclamaban la no ejecución del desalojo, teniendo en cuenta el estado de salud de Dolores, y que se le permitiera vivir en su domicilio hasta que se resolviera o bien la apelación de las medidas cautelares solicitadas o el propio juicio por nulidad del contrato que, según sostiene su familia, fue "un engaño urdido por su exmarido y apoyado por sus hijos para despojarla de su casa". Dolores ya estuvo arropada el pasado 8 de abril por vecinos, amigos, familiares e integrantes del Grupo Stop Desahucios del Movimiento 15-M de Granada, para solicitar la paralización de su desahucio, que entonces fue pospuesto por el juez. Su vivienda, que era la herencia de la familia, fue comprada por dos de sus hijos, a nombre de su empresa. La mujer, que está divorciada desde 1998 y no cobra prestación alguna, no cobró la parte que le correspondía, a cambio de tener el usufructo de la casa, para poder vivir allí. Según sus familiares, es el exmarido de Dolores el que está detrás de toda la operación Una vez acondicionada la casa y con Dolores viviendo ya en ella con normalidad, su hijo Fernando decidió arreglarle los papeles para que cobrase aunque fuera una pequeña pensión no contributiva. Dolores le firmó varios documentos para las gestiones que realizaría su hijo, que sin embargo no le contó, según la familia, que lo que suscribió era un contrato de alquiler entre la empresa y ella misma. Según sus familiares, es el exmarido de Dolores el que está detrás de toda la operación, pues fue obligado a pagarle una pensión por un juez, y alegó que le abonaba el alquiler mensual de la vivienda. A raíz de esto, apareció la demanda de desahucio realizada por la empresa de los otros dos hijos contra su madre "utilizando de nuevo el mismo contrato reclamando unas cantidades mensuales de alquiler", "aunque el que utiliza este contrato y monta este procedimiento de desahucio es en realidad el exmarido, y sus hijos lo consienten".


Opinión Ángel Salas Calvo

No me gusta que lleguen al extremo de echar a una persona de su casa por no poderla pagar, porque hoy en día hay mucha gente que no puede pagar todos lo meses ya que no tiene trabajo y tienen que alimentar a toda una familia sin apenas un sueldo, tampoco veo bien que tenga que echar la policía a muchas familias a la fuerza de su casa.

OPINION ANTONIO JESÚS GARCÍA CABELLO


No estoy decuardo en que hechen a familias de sus hogares por no poderla pagar , porque en estos años ha habido muchos despidos y mucha gente en paro y con hijos , no   veo bien que los hechen  por la fuerza de los agentes de policia , tendrian que dejarlos por lo menos en su casa para poder refugiarse .